Ante el reciente descenso de las temperaturas en Lima y otras regiones del país, el Ministerio de Salud (Minsa), a través del Instituto Nacional de Salud (INS), ha intensificado sus recomendaciones en torno a la alimentación saludable, la prevención de enfermedades respiratorias y el fortalecimiento del sistema inmunológico.
Estas acciones se alinean con una estrategia más amplia de responsabilidad alimentaria y promoción de la inocuidad alimentaria, como respuesta al impacto del cambio climático en la salud pública.
Durante los últimos días, el clima en los distritos costeros ha presentado mañanas frías y húmedas, con temperaturas que descienden hasta los 14 °C, acompañadas de neblina persistente. Según el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), la sensación de frío se intensificará en distritos como San Miguel, Magdalena, Miraflores, Barranco, Chorrillos y Callao, elevando el riesgo de resfríos, gripes, alergias y casos de hipotermia.
Una estrategia nacional que va más allá de la prevención inmediata
La respuesta del Estado no se limita solo a recomendaciones estacionales. El Minsa, en coordinación con el Centro Nacional de Alimentación y Nutrición (Cenan) y otras entidades sanitarias, ha intensificado su labor educativa sobre inocuidad alimentaria y prácticas responsables de consumo, aprovechando la coyuntura del frío como una oportunidad para sensibilizar a la población sobre la importancia de una buena alimentación como defensa ante enfermedades estacionales.
“El frío extremo afecta especialmente a niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas. Una alimentación adecuada es una de las medidas más eficaces para fortalecer el sistema inmune y enfrentar los cambios bruscos de temperatura”, explicó el Dr. Manuel Espinoza, médico infectólogo y director del Centro Nacional de Salud Pública del INS.
Infusiones y caldos: aliados tradicionales con impacto en salud pública
Los nutricionistas del INS recomiendan incorporar infusiones naturales y caldos nutritivos como parte de la dieta diaria. Estas bebidas no solo reconfortan durante los días fríos, sino que también cumplen un rol importante en la hidratación, la digestión y la prevención de enfermedades respiratorias.
Entre las bebidas recomendadas se encuentran:
- Infusiones de hierbas medicinales, como el jengibre, anís, manzanilla y menta.
- Té verde, conocido por sus propiedades antioxidantes.
- Caldo de pollo y vegetales, ricos en nutrientes y fáciles de digerir.
- Emolientes y bebidas tradicionales como la chicha morada, preparadas con bajo contenido de azúcar y utilizando ingredientes naturales y locales.
- Estas prácticas forman parte de una alimentación funcional que no solo satisface necesidades nutricionales, sino que también contribuye a la prevención de enfermedades, en línea con las políticas del Minsa sobre nutrición pública y soberanía alimentaria.
Inocuidad alimentaria: un pilar clave en tiempos de frío
La inocuidad alimentaria se ha convertido en una prioridad para el Estado, especialmente durante épocas de alta vulnerabilidad sanitaria como el invierno. El Minsa, a través del Cenan y otras oficinas técnicas, realiza inspecciones, capacitaciones y campañas de sensibilización para asegurar que los alimentos que llegan a la población —ya sea en mercados, quioscos escolares o comedores populares— cumplan con los estándares de higiene y manipulación segura.
Estas campañas incluyen:
- Promoción del lavado adecuado de manos y utensilios.
- Conservación segura de alimentos perecibles.
- Identificación de fechas de caducidad y condiciones de almacenamiento.
- Capacitación a vendedores ambulantes y comerciantes en buenas prácticas de manipulación.
- Asimismo, se trabaja en conjunto con los gobiernos regionales y municipales para reforzar la seguridad alimentaria, especialmente en las zonas más afectadas por las bajas temperaturas.
Un enfoque integral frente al cambio climático
El cambio climático no solo impacta el medio ambiente, sino también la salud pública y la seguridad alimentaria. Frente a este desafío, el Estado peruano adopta un enfoque preventivo e integral, que incluye educación alimentaria, promoción de infusiones funcionales, fortalecimiento de las campañas de inocuidad y articulación con los sectores productivos.
“Una alimentación segura y responsable no solo combate el frío. También es parte de una estrategia nacional de adaptación al cambio climático, protección de los grupos vulnerables y fortalecimiento de nuestro sistema de salud”, concluyó el Dr. Espinoza. El compromiso con una industria alimentaria responsable, sostenible e inocua es hoy más urgente que nunca. Frente a la incertidumbre climática, Perú refuerza sus acciones con una visión centrada en el bienestar, la prevención y la salud desde el plato.
