El azúcar más problemático no es el que se encuentra en forma natural, sino el ''oculto''. Te mostramos bombas calóricas que sabotean tu dieta.
En España 1 de cada 7 adultos padece diabetes. Solo Turquía nos supera en toda Europa. Y el número se va disparando. La dieta mediterránea parece tener un enemigo “oculto”, el azúcar escondido que tomamos sin darnos cuenta.
La Organización Mundial de la Salud recomienda que el azúcar no debe sobrepasar el 5% de nuestra ingesta calórica al día. No se trata de cuántos terrones añades al café: este compuesto se esconde en muchos productos procesados que hemos incluido en nuestra dieta.
Si seguimos los cálculos de la OMS, un adulto podría ingerir unos 30 gramos de azúcar al día. Si nos tomamos dos rebanadas de pan de molde, ya estaremos consumiendo más de 8 gramos (depende mucho de la marca, claro).
Por no hablar de lo que metamos dentro del sándwich. Por tanto, si vas a pasarte a la dieta del bocadillo, ten cuidado: podremos estar incumpliendo las recomendaciones sanitarias en una comida.
Además, el azúcar tiene muchos nombres: hay 61 denominaciones distintas para este compuesto. Cuando vayas a leer las etiquetas, huye de los jarabes (de maíz), los siropes de ágave, los concentrados de manzana o uva, la miel o la panea y, por supuesto, todo lo que termine con el sufijo ''-osa'': glucosa, sacarosa, dextrosa, fructosa…
Todos sabemos que los carbohidratos contienen muchos azúcares, pero hay otros alimentos que ingerimos sin medida creyendo que son ''sanos'', pero también esconden muchos compuestos azucarados. Por ejemplo, tomarnos una barrita de cereales de 30 gramos equivaldría a consumir 3 cucharaditas directamente del azucarero.
Las bebidas energéticas no solo representan un chute de cafeína y taurina. Lee muy bien sus componentes, porque algunas marcas pueden acumular más de 25 gramos de azúcar en menos de 250 mililitros. Ocurre lo mismo con los refrescos de cola: con más de 35 gramos por cada 33 centilitros. Se usan hasta 61 denominaciones en las etiquetas que esconden la palabra "azúcar" Tampoco es buena opción cuando empiezas una dieta consumir zumos, sobre todo los industriales.
Para compensar el sabor ácido, estas bebidas procesadas añaden más azúcar al que ya contienen la fruta. En un solo vasito, puedes estar tomando más de 25 gramos sin darte cuenta. La verdura siempre es una buena opción, pero las cremas envasadas que compramos en el súper pueden convertirse en una bomba calórica.
Utilizan el azúcar como conservante, por lo que no debes abusar de ellas. También debes controlar qué echas a tus ensaladas: alimentos como el maíz de bote contienen mucho azúcar. Además, debes controlar el aliño. Por ejemplo, 100 mililitros de vinagre balsámico contienen más de 20 gramos de azúcar.