Según la Cámara Guatemalteca de Alimentos y Bebidas (CGAB), este sector se convirtió el año anterior en el principal exportador, ya que se vende al exterior casi la mitad de lo que se produce.
Alrededor de US$5 mil 300 millones (unos Q41,350 millones) es el valor aproximado de la producción del sector de alimentos y bebidas procesadas en el país, de los cuales, US$2 mil 521 millones (Q20 mil millones), que equivale al 47%, son exportados, de acuerdo con la Cámara Guatemalteca de Alimentos y Bebidas (CGAB).
Sin embargo, el país importa una cantidad similar.Enrique Lacs, director ejecutivo de la entidad, expuso que en el 2022, este fue el sector que más exportó, con US$2 mil 521 millones, que representa un crecimiento interanual de 23%. Le sigue vestuario y textiles con US$2 mil 445 millones, con más del 30% de crecimiento.
Ello, a pesar de que el volumen fue similar al año anterior, pero el factor que más ha estado influyendo en la mejora de las ventas al exterior se deriva de la tendencia al alza que han mantenido los precios internacionales. Entonces, el sector representa el 17.7% del total de las exportaciones, lo cual también refleja un crecimiento porque en el 2021 significaron el 16%.
Entre los productos más enviados durante el segundo semestre del 2022 están diferentes aceites de palma, por US$550 millones; galletería y panadería, salsas preparadas, bebidas, confites, agua gaseada y azucarada, preparaciones para sopas y otras partes de atún.
Este último producto tuvo un incremento de 143%, y así como galletería y panadería con 39.9%, y aceite de palma. En tanto preparaciones para sopas tuvieron una baja en el monto, de -5.4%.
Pero el país también compra productos de ese segmento. En el 2022, se importaron productos del sector por cifras similares (US$2 mil 575 millones), 19.7% más que el año anterior.
Dentro de estos, los más importados son aceite de soya sin refinar; bebidas y preparaciones compuestas para bebidas; preparaciones alimenticias; productos de panadería; quesos rallados o en polvo; papas congeladas; maltas sin tostar y otros.
Estos dos últimos crecieron más de 60% cada uno, seguidos por quesos rallados y en polvo, preparaciones alimenticias y bebidas.