La capital todavía tiene 354.6 hectáreas de tierra sin cultivar y la producción de alimentos solo cubrió el 42% de lo previsto. Tan solo en enero de 2023, una veintena de empresas estatales de La Habana cerró el ejercicio contable mensual con pérdidas económicas, muchas de ellas pertenecientes al sector de la industria alimentaria, por lo cual se incumplió con el 58% de la producción de alimentos, en medio de una de las más graves crisis de escasez de comida en Cuba.
De acuerdo con un reportaje del diario oficialista Tribuna de La Habana, que recoge los pormenores de una reunión sostenida entre los máximos dirigentes del Partido Comunista de Cuba (PCC) y el Gobierno de la capital, las entidades peor paradas fueron Prodal y el Complejo Lácteo de La Habana.
Por otra parte, se conoció que la provincia todavía tiene 354.6 hectáreas de tierra sin cultivar. Los directivos de estas empresas en pérdida prometieron poner “en marcha 12 acciones definidas para el año y así recuperar sus niveles productivos”.
La situación de escasez se ha arreciado en las últimas semanas, cuando el propio Ministerio del Comercio Interior (Mincin), encargado de la distribución de la canasta básica mediante la libreta de racionamiento, reconoció que había problemas con el aseguramiento de rubros básicos como arroz, frijoles y aceite en el mercado racionado.
Sin embargo, para todo hay justificación y en este caso la escasez de alimentos se debe “al bloqueo de Estados Unidos y al retraso involuntario de las importaciones”. Es decir, el régimen castrista se exculpa del desastre, nuevamente.
Hubo empresas que presentaron resultados asombrosamente altos. Por ejemplo, la Empresa Provincial de Alojamiento registró un cumplimiento del 183%; seguido por los restaurantes estatales, con un 177.8%, y los círculos sociales, con un 122.5%.
Los crecimientos no fueron expresados en términos reales, ya que no descontaron el efecto de la inflación. Este sector de los servicios ha aumentado el precio descomunalmente, por ello en el ejercicio contable aparecen ganancias de tres dígitos.
El gobernador de La Habana, Reinaldo García Zapata, mostró preocupación al conocer que la plantilla de inspectores de la provincia se encuentra a un 68% de cobertura, mientras que los auditores solo alcanzan el 28%. Aunque el régimen comunista no menciona las causas de este déficit, coincide con la fuga de profesionales en medio del éxodo migratorio más grande desde 1959.
Para suplir el déficit de inspectores, las autoridades propusieron dar un curso exprés a jóvenes recién egresados o que cursan los últimos años de la carrera de Contabilidad y Finanzas, para que asuman ese papel en la fiscalización.