Así lo reflejan los datos de la Asociación de Latas de Bebidas, obtenidos bajo los nuevos criterios de cálculo establecidos por la UE. La Asociación de Latas de Bebidas (ALB) estima que la tasa de reciclado del conjunto de estos envases en España se situó por encima del 72% en 2021, pese al fuerte incremento de consumo.
La entidad ha realizado este cálculo siguiendo la nueva y exigente metodología de cómputo de la legislación europea, que busca garantizar la unificación de criterios y la comparabilidad de las tasas de reciclado entre países y materiales de envase.
Bajo estos mismos principios, la tasa de reciclado de latas de bebidas de aluminio alcanza el 67%.
Así, se ha producido un incremento del 17% en el tonelaje de latas recuperado por la vía selectiva, tanto de contenedor amarillo como de recogidas en el ámbito privado (aeropuertos, festivales, hospitales, etc.), lo que indica un aumento de la sensibilización y del compromiso ciudadano respecto a la correcta clasificación de los residuos.
Asimismo, ha aumentado considerablemente la recuperación de latas por vías no selectivas gracias a las mejoras en las corrientes de Foucault en las plantas de tratamiento, que rescatan algunos de los envases de aluminio indebidamente depositados en el contenedor de resto, evitando así que se pierdan en el vertedero.
UN ENVASE QUE GANA PRESENCIA
En 2021, el consumo de latas de bebidas en España creció un 5,3%. Asimismo, la venta de bebidas refrescantes, deportivas y energéticas enlatadas aumentó un 14%, la cerveza en lata mantuvo su excelente posición en el mercado y el agua envasada en lata multiplicó por cinco las ventas de 2020.
Según un estudio sociológico elaborado por Catchment para Ecoembes a lo largo de 2021 en torno a la gestión de los residuos en el hogar, sobre una base de 8.800 encuestas, el 57,2% afirmaba depositar siempre la lata de bebidas en el contenedor amarillo. Además, el 82,9% declaraba tener varios cubos, bolsas o espacios en sus hogares destinados a separar los residuos para su posterior reciclaje.
Este creciente hábito de separar las latas de bebidas para depositarlas en el contenedor amarillo garantiza su reciclabilidad y que ese metal vuelva a usarse en la producción de nuevas latas u otros productos, ahorrando un 95% de la energía necesaria para fabricarlos, en comparación con el uso de materias primas.