Muchos endófitos tienen efectos beneficiosos sobre las plantas y pueden ser explotados en aplicaciones biotecnológicas. Los estudios plantean la hipótesis de que sólo 0,001 a 1% de todas las bacterias asociadas a las plantas son cultivables. Por otra parte, incluso después de aislamientos exitosos, muchas bacterias endofíticas muestran a menudo reducida capacidad de rebrote.
Para investigar a fondo las comunidades bacterianas endófitos y explotar potencialmente sus efectos beneficiosos mediante la inoculación, los organismos deben ser cultivables en condiciones de laboratorio. Los aislamientos de losorganismos es el primer paso crítico en este procedimiento de cultivo. Un protocolo de aislamiento de endófito común consiste en una esterilización de la superficie de los tejidos de la planta, seguido por el aplastamiento de los tejidos de las plantas y enchapado de la suspensión sobre medio nutriente.
Específicamente, la esterilización se consigue sumergiendo los tejidos de las plantas en una concentración predeterminada de hipoclorito de sodio durante 1-5 minutos, variando con la identidad de las especies de plantas y el órgano de interés. Después, los tejidos de la planta se enjuagan varias veces en agua destilada esterilizada, con el agua final que se cultivó en placas sobre medio rico sin diluir para verificar la esterilidad.
Muchos medios de comunicación diferentes se mencionan en la literatura, dependiendo del objetivo de la investigación y la especie utilizada. En general, para el aislamiento de bacterias asociadas a las plantas, una distinción se puede hacer entre los medios complejos, ricos que contienen altas cantidades de nutrientes poco indeterminados y medios mínimos que contienen significativamente más baja aún cantidades precisas de nutrientes.
Aunque la elección de un medio de crecimiento adecuado es crucial durante el aislamiento, un estudio comparativo de los diferentes tipos de medios de nutrientes no se ha publicado. El medio nutriente, obviamente afecta tanto a la cantidad y diversidad de endofitos que se pueden aislar a partir de un tejido de la planta específica y también puede determinar la cultivabilidad final de algunas cepas bacterianas endófitos por completo.
A pesar de una creciente y robusto literatura sobre endófitos, técnicas de cultivo dependiente todavía subestiman fuertemente el número de bacterias presentes en los tejidos vegetales. La literatura sugiere generalmente que sólo 0,001% a 1% de los endófitos presentes en los tejidos vegetales son cultivables (Torsvik y Øvreås, 2.002; y Alain Querellou, 2.009).
Además, hemos observado que muchas de las cepas endofíticas que crecen durante el aislamiento inicial no puede en realidad ser recultivadas en condiciones de laboratorio. Especulamos que esto puede ser debido a la presencia de compuestos específicos de la planta y metabolitos residuales que aún están presentes durante el aislamiento, pero no están presentes durante la nueva puesta en cultivo. De hecho, no debería ser sorprendente que 'aplastando' el tejido de la planta contenga compuestos que no están presentes en los medios de crecimiento bacteriano sintético, pero que son en última instancia, necesarios para el crecimiento de las especies de endófitos.
Durante el proceso de aislamiento, la adición de extracto de la planta aumentó significativamente el número de bacterias aisladas (P <0,05), pero tuvo poco efecto sobre la diversidad de los endófitos cultivables.
Las bacterias que antes estaban aisladas y almacenada, sin embargo, mostraron un mejor potencial de crecimiento cuando se añadió el extracto de la planta de filtro esterilizado ya sea rica 869 medio o medio mínimo 284.
Por N. Eevers, M. Gielen en Microbial Biotechnology
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