Implementar prácticas sostenibles en la industria avícola resulta fundamental para adaptarse a un mercado donde los consumidores exigen transparencia en temas de sostenibilidad y brinda una ventaja para crear diferenciación de los productos colombianos frente al mercado mundial.
Así mismo, con el objetivo de contribuir a la seguridad alimentaria de las personas, la industria nacional se enfrenta a retos dentro de sus cadenas de suministro que requieren de innovación para cumplir con condiciones de trazabilidad e indicadores de diferenciación que impulsen la exportación de estos productos a nivel mundial.
La industria avícola ha respondido favorablemente a los desafíos respecto a los cuales se ha visto enfrentada en los últimos años, según Fenavi, la avicultura representa un aporte del 14,3% en el PIB Agropecuario.
En un contexto donde la producción de animales destinados a la alimentación transita por cambios generados por demandas sociales y ambientales en las cuales el consumidor tiene un interés por la sostenibilidad, resulta necesario generar buenas prácticas en el sector que se caractericen por ser acciones coherentes que beneficien la seguridad alimentaria sin dejar de lado este propósito.
En ese contexto, y guiado por su propósito de nutrir al mundo de manera segura, responsable y sostenible, Cargill comparte la importancia de implementar prácticas sostenibles e innovadoras en la industria avícola en Colombia.
Panorama y ventajas de la sostenibilidad e innovación
Durante el 2022 la industria avícola logró la mayor producción de pollos durante toda su historia, según Fenavi el crecimiento fue de un 9%, cerrando así el año con el procesamiento de mil millones de aves.
Este nivel de producción implica un reto para las empresas de la industria avícola, puesto que tienen que plantearse no solo suplir las necesidades de suministro, sino responder a las exigencias de sostenibilidad que han tomado relevancia en el marco de la construcción de entornos más conscientes con temas ambientales y sociales.
“En Cargill trabajamos constantemente por hacer que nuestro sistema alimentario sea más sostenible y resistente, buscando una mejor eficiencia y calidad de bienestar animal.
Por lo que innovamos constantemente en nuestras operaciones para generar mejores condiciones y así poder responder a un mercado más exigente. Además, el principal reto que tiene nuestra industria a nivel nacional es insertarse en la competitividad mundial creando indicadores que contribuyan a crear diferenciación dentro del mercado”, afirmó Ramon Sosa, Director de Relaciones de Gobierno y RSE de Cargill en Colombia.
Así mismo, la compañía plantea que resulta fundamental incluir prácticas sostenibles dentro de la cadena de producción, lo que se logra determinando y garantizando que la trazabilidad del alimento que sea utilizado, el pollo en este caso, y todos los elementos que intervienen en la producción de su cadena de valor, cumplan con estándares sostenibles.
Es decir, desde el origen, la manipulación y la comercialización de los alimentos, se deben emplear técnicas y acciones caracterizadas por la bioseguridad, higiene y concientización sostenible de quienes participan en estos procesos, para así seguir contribuyendo con la necesidad de alimentación de las personas, sin dejar de lado la protección del medio ambiente.
“Cada día más los consumidores están pendientes de cuáles son las prácticas que utilizan las empresas para producir los bienes que consumimos y mucho más si se trata de alimentos. En esta industria es importante el manejo ético y digno de la forma en que se crían las aves, el respeto a los mínimos derechos del bienestar animal y la calidad de todo el proceso que se sigue en toda la cadena de valor”, expresó Sosa.
De acuerdo con Fenavi, Colombia ya cuenta con certificado de estatus sanitario que le permite buscar introducirse en mercados en el exterior, lo cual, sumado con la implementación de prácticas sostenibles, representa una oportunidad para la industria nacional de educar al consumidor sobre el compromiso de la industria con estos temas y así generar una mayor confianza frente a la producción de los alimentos que consume.
¿Cómo contribuye la innovación a las buenas prácticas de la industria avícola?
La innovación no solo es tecnología, son cambios estratégicos e integrales que mejoran la optimización de procesos, eficiencia energética, reducción de costos, sostenibilidad medioambiental y avances tecnológicos. En general las principales tendencias del sector avícola van destinadas hacia la automatización, robotización, digitalización de los procesos e inteligencia artificial.
En Colombia ya existen empresas donde sus inversiones en galpones, por ejemplo, están siendo en ambientes controlados y automatizados; incubadoras donde su cadena de producción es completamente automatizada, plantas de proceso donde la tecnología y herramientas de piso les permiten mejorar sus rendimientos en base a una actualización en tiempo real.
Desde Cargill, la apuesta por la innovación hace parte fundamental dentro de las prácticas de la compañía para potenciar con propósito a sus clientes y comunidades en las que impacta, para ello, ha implementado varias tecnologías de empaque al país como la tecnología de embandejado automático que evita escurrimientos y mantiene el producto sellado y hermético desde la planta hasta el consumidor final.
También se encuentran los proyectos practi-pack y clari-pack que contribuyen a los procesos de congelamiento y verificación de la calidad del producto para los consumidores, además, la granja El Vínculo en Cali, cuenta con tecnología de alta calidad y estándares altos de bioseguridad, en ésta se cuenta con cuatro galpones automatizados.
En cuanto a temas de innovación en la digitalización del sector, hoy en día la mayoría de los datos que se usan en la industria están digitalizados, por ejemplo, se cuenta con programas que permiten ver parámetros zootécnicos en tiempo real, y no solo eso, también es posible ver cómo están trabajando los sistemas de una granja como son la ventilación, la calefacción o el enfriamiento, esto a través de aplicaciones conectadas a una red wifi que permite ver todos los detalles.
“Las compañías deben buscar la innovación a través de la participación de toda la población activa, donde todos puedan aportar sugerencias o ideas siendo más inclusivos y haciendo participes de los proyectos a los colaboradores, para así continuar brindando soluciones a los consumidores y contribuir con la seguridad alimentaria”, concluyó Sosa.