El objetivo es reducir la obesidad infantil y juvenil en el país y mejorar la calidad de vida de las nuevas generaciones, pero el Gobierno se ha encontrado con la oposición de gran parte de la industria alimentaria.
Noruega está a punto de promulgar una de las prohibiciones más completas de Europa sobre la publicidad de comida basura dirigida a niños y adolescentes, tras una iniciativa similar del Reino Unido y otras más pequeñas en otros países.
Desde 2013, los fabricantes y proveedores de alimentos del país nórdico restringen voluntariamente este tipo de publicidad a los menores de 13 años, pero el nuevo plan lo haría obligatorio.
La norma prohibiría totalmente los anuncios de comida basura como dulces, helados y refrescos, y se basaría en 'umbrales de nutrientes' para identificar las ofertas menos saludables en otras categorías de alimentos, como yogures y cereales con alto contenido en azúcar. Además, se impondrían multas elevadas en caso de infracción.
Apoyar la salud de los niños
El plan también elevaría el umbral de edad de la prohibición a 18 años, para satisfacción de los defensores de los consumidores y consternación de la industria alimentaria y de bebidas noruega. El público tiene hasta finales de noviembre para dar su opinión sobre la norma, que el Gobierno noruego presenta como una forma de apoyar la salud de los niños y frenar las desigualdades sociales.
"Los alimentos y bebidas poco saludables constituyen una gran parte de las enfermedades en la población en general", declaró a 'Euronews Health' el viceministro de Sanidad, Usman Ahmad Mushtaq. "La intención es que la prohibición reduzca la presión tanto sobre los padres como sobre los propios jóvenes para evitar que tomen decisiones poco saludables".
La obesidad infantil se asocia a varios problemas de salud en etapas posteriores de la vida, como cardiopatías, diabetes de tipo 2, hepatopatías crónicas, afecciones articulares y menor fertilidad. Entre el 15% y el 21% de los niños noruegos tienen sobrepeso o son obesos, frente a aproximadamente el 30% en toda Europa y partes de Asia central.
Pocos países han restringido los anuncios de comida basura dirigidos a los niños, por lo que aún no hay muchas pruebas de que realmente frenen la obesidad infantil. Pero las investigaciones sí demuestran que la publicidad de alimentos poco saludables afecta a sus preferencias, compras y hábitos alimentarios, contribuyendo a dietas deficientes y problemas relacionados con el peso.
Los límites de la autorregulación
La autorregulación de la industria es el 'statu quo' en toda Europa. Unas dos docenas de empresas han acordado no hacer publicidad de alimentos que no cumplan las normas nutricionales dirigida a niños menores de 13 años en la Unión Europea, en lo que denominan el 'compromiso de la UE'.
Pero hay lagunas, según un informe de 2021 de la Organización Europea de Consumidores (BEUC) que sugiere que los criterios nutricionales dan mucho margen a las empresas de alimentación y bebidas para comercializar productos aparentemente poco saludables entre los jóvenes.
Ese es el enfoque que está adoptando Noruega, aunque Mushtaq dijo que sus umbrales de nutrientes serán probablemente similares a las categorías definidas por la industria utilizadas en su sistema de autorregulación.
Las multas por infracción podría ascender al 4% de los ingresos anuales de la empresa, según Mushtaq. Aún no está claro cómo se controlarán las posibles infracciones ni si las empresas dispondrán de un periodo de gracia antes de ser multadas. "Cada caso será diferente", dijo Mushtaq.
La propuesta de Noruega podría cambiar
Los detalles de la prohibición se concretarán en las próximas semanas, y el principal grupo de presión empresarial del país, la Confederación de Empresas Noruegas, presionará para que se introduzcan modificaciones, según Petter Haas Brubakk, que dirige su rama de alimentación y bebidas.
La principal preocupación de Haas Brubakk es que el límite de edad se eleve a 18 años. Haas Brubakk se pregunta cómo identificará el Ministerio de Sanidad la publicidad dirigida a los jóvenes de 18 años frente a la dirigida a los de 17, por ejemplo.
También les preocupa que la norma ponga a las empresas noruegas en desventaja frente a sus competidoras extranjeras. Cuando Noruega aumentó los impuestos sobre el chocolate y la confitería en 2018, envió a los compradores a Suecia a través de la frontera.
Los partidarios de la regulación de la publicidad también están en desacuerdo con la edad mínima de 18 años, pero quieren que se amplíe en lugar de suprimirla.
Kathryn Backholer, profesora de políticas de salud pública en la Universidad Deakin de Australia, señaló el modelo "escéptico en cuanto a la edad" del Reino Unido, que prohibirá los anuncios de comida basura durante las horas de máxima audiencia en televisión, en lugar de limitarse a restringir los anuncios en torno a la programación infantil cuando entre en vigor en 2025.
Carencias del plan noruego
Otro problema del plan noruego, en opinión de Backholer, es que las marcas de alimentos podrían seguir anunciándose utilizando el nombre o el logotipo de su empresa, siempre que no promocionen un artículo específico considerado poco saludable.
"Ningún país del mundo está abordando esta cuestión porque no existe una buena definición de lo que es saludable y lo que no lo es", declaró Backholer a 'Euronews Health'.
Restricciones en línea y otras prácticas
La normativa británica se considera la más estricta de Europa. Además de las restricciones del horario de máxima audiencia, prohibirá totalmente la comercialización en línea de alimentos poco saludables, incluidos los juegos en línea, muy populares entre los jóvenes.
Estas restricciones son fundamentales para los defensores de la salud pública por la influencia que ejercen los creadores de redes sociales en los niños y porque las empresas pueden enviar anuncios muy personalizados a su público objetivo.
Otros países europeos han tomado medidas en este sentido, pero no han sido tan amplias. Por ejemplo, desde 2019, Portugal ha restringido la publicidad de alimentos poco saludables en televisión o radio cuando al menos una cuarta parte de la audiencia está formada por menores de 16 años. Funcionarios de España y Alemania también han pedido prohibiciones de la publicidad infantil en los últimos años.
En 2023, un grupo de trabajo de la UE recomendó que los Estados miembros adoptaran restricciones de comercialización en todas las plataformas y que elevaran el umbral de edad a 18 años, pero los legisladores de la UE aún no han tomado medidas. "Es muy importante contar con este tipo de buenas prácticas", afirma Calvert. "Es cuestión de que los responsables políticos escuchen las pruebas científicas".
Calvert también está a favor de incluir etiquetas nutricionales obligatorias en los envases de los alimentos y limitar la promoción de aperitivos poco saludables en las tiendas de comestibles y otros comercios minoristas, como la colocación de chocolatinas junto a los pasillos de las cajas.