La empresa argentina NOVA, con sede en Cañada de Gómez (Santa Fe), inauguró la primera planta del país dedicada a la producción de fertilizantes bioorgánicos, una innovación que promete transformar la cadena agroalimentaria nacional desde su base: el suelo.
Con una inversión que supera los 2,8 millones de dólares, la nueva unidad industrial —denominada FERTI NOVA— combina biotecnología avanzada y materia orgánica estabilizada para elaborar productos más eficientes, sostenibles y alineados con las exigencias de la industria de alimentos y bebidas.
El desarrollo se inserta en una tendencia global hacia la agricultura regenerativa y la trazabilidad ambiental, dos ejes fundamentales para las empresas alimentarias que buscan reducir su huella de carbono y garantizar el abastecimiento de materias primas sostenibles. Los fertilizantes bioorgánicos que producirá NOVA contienen microorganismos benéficos, compuestos orgánicos estabilizados y nutrientes minerales balanceados, lo que permite mejorar la estructura y fertilidad de los suelos, optimizar la absorción de nutrientes y, a la vez, disminuir la dependencia de insumos químicos tradicionales.
Estos productos son especialmente relevantes para el sector agroindustrial vinculado a la producción de granos, hortalizas y materias primas utilizadas en alimentos y bebidas. Su aplicación no solo contribuye a aumentar el rendimiento agrícola, sino que también garantiza una materia prima más estable, natural y libre de residuos contaminantes, una demanda creciente entre exportadores y fabricantes que buscan certificaciones ambientales y de inocuidad.
La puesta en marcha de FERTI NOVA representa un salto tecnológico estratégico para el ecosistema agroalimentario argentino, en un contexto en el que la sustentabilidad se ha convertido en un factor de competitividad. La instalación incorpora sistemas de fermentación controlada, reactores biológicos y equipamientos para la formulación líquida y sólida de biofertilizantes, capaces de atender la demanda tanto del mercado nacional como de destinos internacionales de alta exigencia regulatoria, como la Unión Europea y Estados Unidos.
Además del impacto ambiental positivo, el proyecto tendrá un efecto directo sobre la economía regional, con la creación de 20 nuevos empleos especializados y la consolidación de un polo tecnológico agroindustrial en el sur santafesino. NOVA, reconocida por su trayectoria en bioinsumos, protección vegetal y tratamiento de semillas, amplía así su portafolio con una línea que refuerza la convergencia entre ciencia, innovación y sostenibilidad.
En el ámbito de la industria alimentaria, el desarrollo de fertilizantes bioorgánicos como los de NOVA ofrece una oportunidad estratégica para fortalecer las cadenas de valor locales. Al promover una agricultura más limpia y regenerativa, se genera un círculo virtuoso que impacta desde el campo hasta la góndola: suelos más sanos, cultivos de mayor calidad, materias primas más seguras y alimentos con mejor perfil nutricional y ambiental.
La iniciativa refuerza la idea de que la sostenibilidad ya no es un valor agregado, sino un requisito estructural en la producción moderna. Con FERTI NOVA, Argentina da un paso decisivo hacia una agroindustria más competitiva y alineada con los estándares globales de responsabilidad ambiental, integrando innovación biotecnológica y compromiso productivo al servicio de la industria de alimentos y bebidas del futuro.













