Las setas medicinales son organismos fúngicos vendidos como alimentos para la salud, suplementos nutricionales, los llamados nutracéuticos, y, en ocasiones, los ingredientes cosméticos. China es el sitio histórico del cultivo del hongo shiitake (Lentinula edodes, Marasmiaceae) que se originó en el siglo XII. Hoy en día, China es responsable del 85% de la producción de hongos en el mundo. El valor de mercado a nivel mundial estimado de hongos medicinales fue de $ 6 mil millones en 1999 y $ 18 mil millones en 2014.
En los últimos 25 años el mercado de estos productos se ha ampliado en gran medida en América del Norte, y hoy en día, casi todas las compañías de suplementos dietéticos tienen una o más formulaciones relacionadas con hongo en su línea de productos. A la luz de esta trayectoria de crecimiento, los hongos medicinales están destinados a convertirse en una categoría de producto mucho más grande. El crecimiento de la categoría es probable que atraiga un mayor escrutinio por parte de Food and Drug Administration (FDA) y otros organismos gubernamentales.
Es bien sabido que las diferentes partes de la misma planta pueden contener diversos niveles de compuestos activos. Del mismo modo, dependiendo de la etapa de crecimiento o piezas usadas, los hongos pueden contener diferentes niveles de componentes medicinales. Esta es una consideración importante para los curanderos y herbolarios, así como entidades comerciales, todos los cuales quieren estar seguros que los valores medicinales y beneficios existen.
Pocas empresas se dan cuenta de que los hongos medicinales son una categoría que abarcan más que las setas. Un hongo es sólo una etapa del ciclo de vida de estos organismos fúngicos. La mayoría de los organismos fúngicos particulares que se conoce generalmente como setas medicinales pertenecen a una agrupación taxonómica llamada basidiomicetos. Los géneros Ophiocordyceps (familia: Ophiocordycipitaceae) y Cordyceps (familia: Cordycipitaceae) son excepciones y pertenecen a los ascomicetos.
Comprender el ciclo de vida de un basidiomiceto ayuda a definir sus respectivos componentes. Lo que se conoce comercialmente como un hongo medicinal es en realidad cuatro partes distintas de un basidiomiceto seta, micelio, esclerocio, y esporas. Es apropiado comenzar con la espora, que es el principio y el final del ciclo de vida basidiomiceto. Similar en función a una semilla, las esporas de hongos se germinan cuando las condiciones ambientales son favorables. Su germinación produce una hifa, un tubo filiforme que se extiende y ramas en todas direcciones.
El micelio vegetativo puede formar una masa densa y a menudo endurecida, irregular, llamada un esclerocio. Este esclerocio se considera un medio para muchos hongos para sobrevivir en condiciones ambientales extremas como la congelación. Cuando las condiciones mejoran, los esclerocios proporcionan reservas de alimentos para la producción de cuerpos fructíferos. Dos basidiomicetos medicinales importantes se utilizan en forma de esclerocios: Chaga (Inonotus oblicuo, Hymenochaetaceae) y Poria (extensa Wolfiporia, Polyporaceae). Aunque estos son comúnmente llamados "hongos", se clasifican con más precisión como esclerocios o micelio.
El etiquetado correcto de los productos basidiomicetos medicinales es un tema que no puede ser ignorada. Con cinco ingredientes principales de hongos en el mercado (la seta, micelio puro, micelio sobre la biomasa de cereales, esclerocio y preparaciones de esporas) el etiquetado correcto es más importante que nunca para que los fabricantes sepan lo que están vendiendo. Igual de importante, los profesionales y los consumidores necesitan saber exactamente lo que están comprando.
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